Festividad 2024 en Honor al Espíritu Santo en San Jerónimo Zoochina, Oax

Han transcurrido 50 días desde el Domingo de Resurrección, un periodo en el que, según la tradición católica, el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles para impartir las enseñanzas de Jesús. Esta festividad reviste una gran importancia en la tradición católica y es celebrada con entusiasmo en diversas comunidades. Una de estas comunidades es San Jerónimo Zoochina, una población zapoteca que, del 17 al 20 de mayo, conmemoró el día de Pentecostés con una vibrante celebración impregnada de sones y jarabes.

TRADICIÓN CON RAÍCES

La noche del viernes 17 de mayo, se llevó a cabo la tradicional "calenda", encabezada por la Banda Filarmónica Municipal y la banda "Alma Serrana" de Santa María Yalina. Siguiendo la costumbre de Zoochina, la calenda recorrió cada hogar de la localidad, donde las bandas interpretaron parte de su repertorio. En cada casa, los anfitriones ofrecían un estímulo económico o en especie a la banda, mientras los asistentes animaban con entusiasmo a los anfitriones a unirse al baile, fomentando así la continuidad de la festividad.

El momento más solemne de la noche llegó con la interpretación de "A Zoochina", una pieza del maestro Fortunato Chávez López (QEPD), considerada un himno para los habitantes de Zoochina. Esta composición, cargada de las costumbres locales, refleja el profundo amor del maestro por su pueblo. La calenda continuó hasta las primeras horas del amanecer en el atrio de la iglesia, donde se entonaron las tradicionales "mañanitas".

En la mañana del sábado 18, se dio la bienvenida a las bandas visitantes "Sones Viajeros" del Centro de Iniciación Musical de San Bartolomé Zoogocho y la banda "Alegría Mixe" de Santo Domingo Tepuxtepec, bajo el laurel. Posteriormente, las bandas realizaron una oración en la iglesia y dejaron flores y velas, en honor a las tradiciones serranas.

Por la tarde, acompañadas por la banda de música, se llevó a cabo la procesión con la imagen de la Santísima Trinidad, partiendo de la capilla de San Antonio hacia el templo católico. Culminada la procesión, se celebraron las vísperas y maitines, y al caer la noche, habitantes y visitantes se congregaron en la cancha municipal para disfrutar del baile serrano.

El domingo, el clima refrescó con una intensa lluvia matutina, ideal para las actividades del día principal, que atrajeron a visitantes de poblaciones vecinas y a comerciantes ofreciendo una variedad de productos, desde petates hasta mezcal, tamales, mangos y ciruelas. Las bandas musicales visitantes demostraron su destreza durante la Audición musical, cautivando tanto a locales como a forasteros. Más tarde, se llevó a cabo la recua, que culminó junto al templo católico, donde la banda local interpretó los mejores sones mientras los asistentes bailaban.

LA GASTRONOMÍA SERRANA: UN GESTO DE HERMANDAD Y GRATITUD

Durante estos días festivos, las familias de Zoochina recibieron a sus familiares con lo mejor de la gastronomía local: caldo de res, mole negro, tasajo asado, tamales de frijol, pan, café de olla, atole blanco o champurrado son solo algunos de los manjares que se sirvieron en las mesas. Además, los habitantes abrieron sus puertas a los visitantes en la casa de comisión, donde se compartieron alimentos de forma gratuita. A lo largo del día, las cocineras tradicionales prepararon una variedad de platillos serranos, mientras que los hombres atendieron y sirvieron a los comensales. La colaboración en las actividades festivas no se limitó a los residentes locales, sino que también incluyó a aquellos que, aunque viven en otras regiones, se sumaron a las celebraciones, transmitiendo así el amor por las raíces a las generaciones venideras.

Contenido por: Helí Morales

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