Día de Muertos 2023: Pan de Muertos de San Pedro Cajonos, Oax

Aquí, vive la Sra. Monaria Pánfilo Cano, quien, con 87 años de edad, aún continúa con el oficio de la panadería, legado de sus padres, el finado Fidel Pánfilo Laureano y la finada Rosa Cano y actualmente, herencia de sus hijos y nietos, gracias a ella, el pan ha cobrado un significado diferente en la región, ya que las formas y adornos surgen de la propia imaginación y del medio en que se vive.

La Sra. Monaria cuenta que siendo una niña de 10 años veía a sus padres elaborar el pan, con la curiosidad que rodea a un infante, tenía ganas de poder tocar la masa y trabajar como sus padres, sin embargo, su estricto padre no se lo permitía por ser menor de edad, hasta que en una ocasión, una porción de masa se lo proporcionaron a ella con la cual pudo hacer su primera pieza: una figura con forma de venadito, mismo que hornearon junto con los demás panes.

Al día siguiente, durante la venta del pan, la pieza de la niña llamó la atención de los clientes, quienes pedían más panes con esa figura, con mucha sorpresa, los padres respondían que no tenían y que era la única. Tal fue el éxito, que a partir de ese momento a la niña le permitieron involucrarse en el oficio de la panadería para continuar con la elaboración de los panes con figuras de animales.

El pan de San Pedro Cajonos: 77 años de tradición

Es en un cuarto de adobe, donde la imaginación cobra vida, después de mezclar los ingredientes, sobre una mesa cortan las porciones y las pesan en una balanza con casi 100 años de antigüedad, herencia de Sr. Fidel, la masa después la colocan sobre una charola de metal previamente untada con manteca. Es posterior a ello, el momento en el que la imaginación y la experiencia se conjugan, pues se comienza a trabajar la masa para darle la forma deseada.

La Sra. Monaria deja ver la experiencia adquirida a lo largo de los años, con mucha paciencia, va torteando la masa y formando la figura. Sus hijas, entre ellas la Sra. Eufrasia Díaz junto a su esposo Rafael Juárez, también participan en el proceso. Venados, cochinitos, gatos, perros, gallinas, toros, conejos, guajolotes, esposos, ardillas y bailarines, son algunas de las piezas que van cobrando vida, a las cuales se les coloca un frijol para simular el ojo, desde luego, no pueden faltar las piezas con figura humana que simbolizan a quienes ya se adelantaron de este mundo.

La nieta de la Sra Monaria, Carina Juárez, también se involucra en la elaboración del pan. Ella, junto con sus primos, se encargan del bordado. Con una masa especial y colorantes, van adornando la pieza: flores, resplandores y tallos decoran el pan. Finalmente, le dejan caer un poco de ajonjolí con el cual le dan una mayor textura. Hacer esto no es una tarea fácil, pues se debe conocer bien la consistencia de la masa para evitar que se encoja y así no se arruine la pieza. Esta es una ocasión muy especial para la Sra. Monaria, pues es una de las fechas en las cuales se reúne su familia para ayudar con la preparación. Incluso, desde la ciudad de Los Ángeles, California, han llegado sus nietos, quienes participan muy emocionados en la elaboración de las piezas, las cuales enriquecen con su creatividad.

La tarde llega, la niebla de la temporada comienza a caer sobre el pueblo y el calor del horno se alista para cocer las piezas. Una a una, las piezas se introducen, la masa toma el característico color café y el bordado adquiere un toque de resplandor que aumenta la belleza de la figura.

No es necesario que la familia anuncie que tiene en existencia su pan, pues el aroma del pan recién horneado se encarga de ello. Aun el mismo 2 de noviembre, la familia trabaja, pues la gente que regresa a su comunidad encarga pan de la temporada para llevarlo a las ciudades donde radican, incluso, a la Unión Americana.

Te invitamos a que conozcas esta tradición en San Pedro Cajonos, puedes visitar la panadería en el Comedor El Abuelo o realizar tus pedidos a los números 951 587 0422 y 951 624 0220.