La Procesión del Silencio del Viernes Santo en Oaxaca (Origen y Significado)
La Procesión del Silencio de la Ciudad de Oaxaca nace en el siglo XVII, así lo relata en sus historias el Padre José Antonio Gay Castañeda (1833-1886). La tradición se fue perdiendo con el paso de los años, pero hace 34 años, en 1986 en la Parroquia de la Sangre de Cristo se reunieron el padre Pedro Osorio Delgado, la señora Ana Bravo Vasconcelos, el maestro José Humberto Palancares y el Sr. Carlos Ocampo Prieto; cada uno expuso sus ideas para traer de vuelta la Procesión del Silencio a la soledad y la quietud de las hermosas calles coloniales, para lograr algo que pudiera ser para el futuro contrición de los cristianos, curiosidad de los extraños, revivir algo que hace cientos de años se realizaba y que ahora al rescatarlo pasaría a la lista de las celebraciones de Semana Santa en Oaxaca.
La Procesión del Silencio lleva un orden programado: primero la Cruz de Caravaca y los ciriales que preceden a toda procesión; después los estandartes bordados en plata o en oro, portando relicarios con una antigüedad que los convierte en piezas de museo y que llegan desde los pueblos pertenecientes a la Hermandad del Santísimo Rosario sumando cerca de 80 enormes piezas. Así una a una de las imágenes de la pasión y muerte de Cristo avanzan con lentitud y silencio.
Los hombres penitentes con los pies descalzos, encapuchados, cubiertos tan solo con un taparrabo cargan una Cruz muy grande y pesada, todos en riguroso luto.
Participan:
- La Cruz de Caravana, - Jesús en el Huerto de familia Particular
- Señor de la Aprehensión
- Las Lágrimas de San Pedro
- El Divino Preso
- El Justo Juez del Templo de Santo Tomás Xochimilco
- Jesús Nazareno del Templo del Carmen Alto
- Señor de la Columna del Templo de Santo Domingo de Guzmán
- Señor de las Maravillas del Templo de la Defensa
- Señor de las 3 Caídas del Templo de Santo Tomás Xochimilco
- Señor del Rayo de la Catedral de Oaxaca
- San Juan Evangelista del Templo del Patrocinio
- Nuestra Señora de los Dolores del Templo de la Preciosa Sangre de Cristo
- Señor de Esquipulas del Templo del Carmen Alto
- La Preciosa Sangre de Cristo del Templo de la Preciosa Sangre de Cristo
- Nuestra Señora de los Dolores del Templo de San Felipe Neri
- Santo Entierro del Templo de San Felipe Neri
- Nuestra Señora de la Soledad del Templo de San Juan de Dios
- También se admiran con fe los clavos de la Cruz de Cristo y la corona de espinas.
- La Cruz de Caravana, - Jesús en el Huerto de familia Particular
- Señor de la Aprehensión
- Las Lágrimas de San Pedro
- El Divino Preso
- El Justo Juez del Templo de Santo Tomás Xochimilco
- Jesús Nazareno del Templo del Carmen Alto
- Señor de la Columna del Templo de Santo Domingo de Guzmán
- Señor de las Maravillas del Templo de la Defensa
- Señor de las 3 Caídas del Templo de Santo Tomás Xochimilco
- Señor del Rayo de la Catedral de Oaxaca
- San Juan Evangelista del Templo del Patrocinio
- Nuestra Señora de los Dolores del Templo de la Preciosa Sangre de Cristo
- Señor de Esquipulas del Templo del Carmen Alto
- La Preciosa Sangre de Cristo del Templo de la Preciosa Sangre de Cristo
- Nuestra Señora de los Dolores del Templo de San Felipe Neri
- Santo Entierro del Templo de San Felipe Neri
- Nuestra Señora de la Soledad del Templo de San Juan de Dios
- También se admiran con fe los clavos de la Cruz de Cristo y la corona de espinas.
Casi al final avanza la emblemática imagen de Nuestra Señora de los Dolores del Templo del Patrocinio que data de finales de los años 1700, el Santo Entierro además de las Legionarias y Siervas de la Virgen María.
El día de la Procesión del Silencio participa el pueblo, mujeres sencillas envueltas en sus negros rebozos, fervorosas, anhelantes de ir en la procesión, damas enlutadas con un aire de religiosidad que las engalanan niños jóvenes, señores, turistas de variadas nacionalidades que observan todo respetuosamente, se unen al misticismo que en el aire se esparce.
En los rostros de los asistentes se reflejan los más diversos sentimientos: la fe, la veneración, la curiosidad, el descubrimiento de algo distinto, diferente.
El silencio es total a pesar de la multitud. La chirimía y el tambor con su ritmo ancestral, rasgan el silencio triste, silencio que se rompe también con el sonido del arrastre de cruces de madera por el suelo de cantera y el anuncio de las matracas. Así comienza la Procesión. Se inicia la caminata lenta, ordenada, fervorosa, silenciosa, con un respeto poco usual. A la luz de los faroles coloniales, las esculturas toman vida al movimiento que los penitentes dan a las andas que los sostienen.
0 comments