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Guelaguetza 2012: Lunes del Cerro en Zaachila

Los Sones Mazatecos en la Guelaguetza de Zaachila

En un ambiente cálido y con un fuerte sol que iluminaba la zona arqueológica de la Villa de Zaachila, se sentía la algarabía de la gente que esperaba ansiosa el inicio de la Guelaguetza numero 50 que se realizaría en esta población tan orgullosa de su legado zapoteco.

Es así como el 30 de julio en punto de la 01:30 de la tarde y con la llegada de la autoridad municipal y la representante de la diosa del maíz tierno la señorita Giuliana Ortiz Nava, se dio inicio el tradicional Lunes del Cerro de la Villa de Zaachila.

LAS DELEGACIONES PARTICIPANTES

La primer delegación ofreció a propios y visitantes la mayordomía zaachileña, que mostro las costumbres y tradiciones de esta emblemática villa; enseguida subieron al escenario las Chinas Oaxaqueñas que fueron representadas por muchachas muy hermosas del barrio de San Jacinto; después toco el turno a la delegación de Huautla de Jiménez, que mostro a la multitud su maravilloso huipil mazateco; así también el barrio de San Pablo la Raya ofreció a la concurrencia los bailes mixes.

Al escuchar la Canción Mixteca la gente ovaciono y comenzó a cantar mientras movían sus sombrosos al ritmo de la melodía y se hizo presente la delegación de Tlaxiaco quien sorprendió al público con sus pasos de baile.

La Sandunga puso en escenario al Istmo de Tehuantepec y la representación de la boda istmeña. Nuevamente hizo presencia la Región Mixteca con el insuperable Jarabe Mixteco que puso de pie a la concurrencia.

No podía faltar la Costa en estas fiestas de Guelaguetza, es así como la delegación del barrio de la Soledad ejecuto los sones y chilenas de Juquila, sones que hicieron vibrar el escenario con sus zapateado; le siguió la delegación del barrio de San José, quienes ofrecieron los sones de Pochutla; enseguida se notaron los versos y chilenas de Pinotepa Nacional.

Los Zancudos de Zaachila pusieron en preocupación a los asistentes pues al momento de ejecutar sus bailes algunos de ellos cayeron y se golpearon fuertemente no pudiendo seguir con su coreografía. Fue la danza de pluma “Buin Ni Rya” originaria de esta villa, que con sus espectaculares saltos que desafían la ley de gravedad y sus movimientos rítmicos se encargaron de cerrar esta grandiosa Guelaguetza ancestral que año con año se celebra.

La banda de música quien entono el himno de los oaxaqueños el “Dios Nunca Muere” del autor Macedonio Alcalá y finalmente las delegaciones participantes subieron nuevamente al escenario para ejecutar el Jarabe del Valle que unió a cada región en un solo baile.

FOTOGRAFÍA

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